Como fabricante y diseñador de luminarias, visitar Euroluce dentro del Salone del Mobile en Milán siempre es una experiencia que renueva y desafía nuestra mirada sobre la luz. Esta edición 2025 dejó muy en claro que la iluminación atraviesa un momento de enorme evolución, donde lo tecnológico, lo artesanal y lo emocional conviven en equilibrio. Lo que más me impactó este año fue ver cómo la luz se libera cada vez más de lo estrictamente técnico para transformarse en un elemento escultórico, sensorial y protagonista dentro de los espacios.
Las tendencias más marcadas.
La búsqueda de minimalismo técnico con altísimo desarrollo detrás. Perfiles invisibles, sistemas modulares y control absoluto de la luz, pero con resultados visuales muy limpios.
- El regreso a los materiales nobles: metales puros, vidrio soplado, madera y textiles, todos aplicados con un nivel artesanal admirable.
- Flexibilidad lumínica: la posibilidad de adaptar color, temperatura e intensidad para acompañar los distintos momentos del día o las distintas necesidades del usuario.
- Un claro acercamiento a lo orgánico y natural: luminarias inspiradas en formas vivas, con presencia, movimiento y calidez.
Las marcas que para mí marcaron el rumbo
Flos
Una marca que sigue ampliando sus límites, combinando sistemas ultra técnicos con luminarias de gran impacto estético. Sorprendió con desarrollos modulares que permiten total libertad creativa.
Davide Groppi
Siempre es inspirador ver cómo trabaja la luz desde lo poético. Luminarias casi invisibles, juegos de sombras, piezas que flotan o desaparecen.
Artemide
Con una fuerte apuesta a la sostenibilidad y al confort visual, presentó luminarias pensadas para el bienestar, sin resignar diseño ni tecnología.
Michael Anastassiades
Un referente absoluto en piezas escultóricas. Materialidad exquisita, líneas puras y una obsesión por los detalles que se ve en cada luminaria.
-
Volver de Euroluce es volver lleno de ideas, pero también con la certeza de que el diseño de iluminación tiene hoy un rol fundamental dentro de la arquitectura y el interiorismo. No se trata solo de ver mejor, sino de sentir mejor. La luz nos acompaña, nos emociona y, sobre todo, nos conecta con los espacios de una manera profundamente humana.
Por Cristian Maullo – Lighting Designer / CAM Iluminación